DEJAR EL CELULAR POR UN MOMENTO PARA DISFRUTAR LA VIDA
Imagen tomada de: https://www.iconfinder.com/icons/594188/galaxy_hand_hold_holding_mobile_phone_smart_icon
Vivimos en
una era en la que no tener un celular es algo inconcebible. Estamos
acostumbrados a vivir hiperconectados y el hecho de no tener wifi o datos suena
a locura. La verdad quien no tiene un celular no existe pues incluso los
ancianos y niños poseen uno.
Decidimos que
es mejor vivir la vida a través de una pantalla y el salir con nuestros amigos
y familia dejó de ser una costumbre. Incluso llegamos al punto de no realizar
casi llamadas y todo lo importante pasa a través de un chat. Hemos llegado al
punto de decir feliz cumpleaños en el grupo de whatsapp y pensamos que con enviar
un sticker es suficiente.
Siempre he
pensado que vivir así no es vivir, así que por esta razón trato de usar muy en
lo más mínimos mi celular, incluso se puede decir que tengo whatsapp solo por
temas laborales pues lo uso poco para hablar con las personas cercanas a mi
corazón (las cuales en realidad son pocas).
Pero esto
había cambiado cuando pasé a otro empleo hace ya 7 meses. Antes no tenía datos
pero allí me dieron un plan que si los tenía pues siempre estaba recibiendo
correos y chats de proveedores. Esto me obligaba a revisar constantemente mi
celular pues en un principio tenía demasiadas cosas por hacer ya que no era tan
rápida en mis labores.
Me di cuenta
que me estaba convirtiendo en eso que tanto había criticado, revisaba
constantemente mi Facebook cuando estaba en mi tiempo libre e incluso cuando
salía con Jorge cada minuto revisaba el chat impulsivamente para ver si alguien
había escrito.
Empecé a
sentir que me estaba perdiendo de todo lo que me rodeaba, que no me daba
cuenta de los pequeños detalles que
hacen la vida tan maravillosa y por último comencé a sentir que estaba dejando
a Jorge y a mi familia a un lado.
Así que
decidí volver a ser yo. Esa Luisa de antes que no sentía que revisar su celular
cada 5 minutos fuera fundamental. Esa persona que disfrutaba salir a toma un
refresco en un centro comercial o que simplemente era feliz viendo una película
sin pensar en nada más.
Me di cuenta
que esto hacía que mi vida fuera afanada, me hacía sentir esclava de mis
labores y no dejaba que mi mente estuviera en el presente.
He notado
como dejar el celular a un lado hace que tu vida tome otra perspectiva. Te das
cuenta de todas las cosas maravillosas que tienes a tu lado y notas que este
constante afán no lleva a nada pues no sabemos hasta cuando viviremos.
No quiere
decir que vamos a dejar de usarlo por completo, claro que no será así pues en
muchas ocasiones lo necesitamos para trabajar o como es mi caso lo uso por
ejemplo para jugar, algo que en verdad amo.
Espero hagas
este ejercicio por unas horas en tu día mientras estés con alguien especial.
Notarás como ese momento se convierte en algo increíble y como lo disfrutas al
máximo además de como el resto del día marcha perfectamente.
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